Conflicto navideño: 8 formas de llevarte bien con tu familia esta temporada
- 1. Comprometerse con las partes
- 2. Acortar tu lista de compras
- 3. Sorteo de nombres para regalar
- 4. Pasar tiempo con familiares que no te agradan
- 5. Miembros de la familia que deben involucrarse más
- 6. Niños que son desagradecidos
- 7. Los abuelos malcrian a sus nietos
- 8. Viajar versus quedarse en casa
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¿Alguien de tu familia siempre se enoja con la Navidad?
Tal vez odien las fiestas, visitar a ciertos familiares o comprar esas listas de deseos del tamaño de Papá Noel. Puede ser difícil hablar sobre estas cosas que te molestan porque quieres evitar el conflicto. ¡Pero aquí el conflicto es justo lo que necesito! Abordar el problema de frente es la mejor manera de corregir su actitud no tan alegre.
Aquí hay ocho temas delicados sobre las fiestas y cómo resolverlos sin destruir a la familia.
1. Comprometerse con las partes
Si estás casado con alguien que no puede aguantar una fiesta sin actuar como Ebenezer Scrooge, haz algunos acuerdos antes de irte. Averigua a qué juergas asistirás y cuánto tiempo te quedarás. Puede que al principio no les guste la idea de ir a ninguna reunión, pero cuando vean que hay un final a la vista, será más fácil sonreír y entablar una conversación agradable.
2. Acortar tu lista de compras
Es sencillo ver por qué algunas personas no quieren comprar un regalo para el tío-quién-es-esa-otra vez y la tía-cuál-es-su-cara. ¡Ni siquiera recuerdas la última vez que los viste! Una persona que solo comparte tu apellido o simplemente es un amigo de Facebook no pasa por la corte de regalos. Este enfoque puede enojar a un ser querido que piensa que deberías comprar para todos, pero vivirá. Haga lo que pueda permitirse, no lo que otra persona crea que puede pagar.
3. Sorteo de nombres para regalar
Este llamará la atención. ¿Comprar para una persona en lugar de para todas? ¡Habla de enojar a la gente! A continuación le indicamos cómo abordar el asunto: explíqueles a sus padres, hermanos y hermanas que este año tiene un presupuesto limitado y que puede comprar un regalo. Pregunte si todos estarían dispuestos a sacar nombres. Si es así, entonces ya está todo listo. Si no, simplemente diga que no puede participar en la entrega o recepción de obsequios esta vez. De cualquier manera, la cantidad que gastes en regalos disminuirá considerablemente. ¿Quién sabe? Tal vez todos vean cómo este plan les impide gastar de más y estarán entusiasmados por elegir nombres el próximo año.
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4. Pasar tiempo con familiares que no te agradan
Sabías que esto surgiría. Tal vez sea cenar con tu hermano lo que molesta a todos. O tal vez sea hacer un viaje para ver a tus poco adorables sueños. Dígale al quejoso que no tiene que pretender ser el mejor amigo. Simplemente sea agradable y evite cualquier conversación pasivo-agresiva. Pueden estar cerca de las personas que les agradan y el tiempo pasará rápidamente.
5. Miembros de la familia que deben involucrarse más
¿Tiene un familiar que solo llama cuando necesita algo y nunca simplemente para saludar? No estás solo. Aquí hay una forma alegre y directa de ayudarles: haga que los miembros de la familia hagan una “promesa de Navidad”. Cada uno menciona en qué necesita ayuda, como trabajos de reparación, cuidado de niños o cambio de aceite. Luego dibujas nombres y estableces un cronograma para el acto de bondad. Esto muestra el valor de participar, incluso si es necesario incentivar a un miembro de la familia a participar.
6. Niños que son desagradecidos
Los niños esperan con ansias la Navidad durante 11 meses cada año. Aún así, lo último que quieres escuchar es que se quejen de que no obtuvieron todo lo que querían. En cambio, enséñeles a tener un espíritu de gratitud. Antes de Navidad, reserve un día en el que usted y sus hijos sean voluntarios en un comedor de beneficencia, un refugio para personas sin hogar o una organización benéfica favorita. No te preocupes si se quejan. Servirles ayudará a convertirse en mejores personas. Les resulta más difícil pensar en sus pequeños problemas cuando ven los problemas del tamaño de Bob Cratchit de los menos afortunados.
7. Los abuelos malcrian a sus nietos
Es su trabajo, ¿verdad? A menos que estén arruinados. Es frustrante ver a personas obstinadamente colmar de regalos a sus hijos cuando no pueden permitirse el lujo de jubilarse. Entonces, ¿por qué no decirles que busquen una forma menos costosa de hacer pasar un buen rato a los niños? Los regalos de Navidad pueden ser fiestas de helados y dulces en casa de los abuelos y viajes al centro comercial para ver a Santa. El tiempo de calidad no tiene precio y los niños recordarán una experiencia mucho más tiempo que un muñeco o una figura de acción.
8. Viajar versus quedarse en casa
Hay muchas razones por las que la gente quiere quedarse en casa durante las vacaciones: simplemente quieren relajarse, tienen preocupaciones económicas o sus familiares están demasiado lejos. Lo entiendo totalmente. Sólo pídales que sean honestos acerca de por qué no quieren irse de la ciudad. Luego llegue a un acuerdo, como un viaje más corto o menos salidas. Quizás se diviertan un poco en el camino.
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Es incómodo molestar a alguien. Pero esa incomodidad no tiene por qué durar mucho. Como resultado, cuando la Navidad sea mejor, estará feliz de haber hablado.
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